martes, 11 de febrero de 2014

El espejismo del escudo.

            En las dictaduras no hace falta explicar nada al Pueblo, ya que este se ve sometido al “mando y ordeno” del Estado y su Administración. Sin embargo, no es este el caso en las democracias; donde hay que “venderle” al Soberano las decisiones del Estado; en el caso que nos concierne: el “escudo anti-misiles” de la NATO.

Las enseñas de los alidos. En segundo plano el Juan Carlos I
            El problema es que ante la sociedad española moderna, casi ninguna excusa es remotamente aceptable para explicar que cuatro destructores clase Arleigh Burkle de la US Navy deban tener su base en Rota. Para una sociedad mas internacionalista, sería aceptable decir que esta acogida es un importante compromiso internacional español por la estabilidad. Sin embargo, el español medio es un gran profesional en observarse el ombligo y eso del internacionalismo sólo le interesa en los mundiales de fútbol. También se puede argumentar desde el punto de vista militarista, diciendo que la llegada a Rota de esta Fuerza nos va a colocar en la punta de lanza de la defensa Occidental. Pero de militaristas... los españoles tenemos bien poco; todas las encuestas parecen apuntar en esa dirección. Así pues, solo nos queda la motivación económica, y en esa linea se han dedicado a vendernos nuestros Poderes que la llegada a Rota del “escudo anti-misiles” va a suponer un gran movilizador económico y un motor generador de empleo.

No hay día que no oiga a alguien la cantinela sobre los muchos dineros que van a ganar con los yanquis, la de casas que se van a alquilar a los americanos, o en el Pleno del Ayuntamiento que se hable de “educar” a los roteños para que puedan optar al empleo que se generará en la Base Naval.

            Siento decir que nada de eso pasará. Las ultimas veces que me acerqué a la Base a solicitar empleo me dijeron que ni hay vacantes, ni se las espera (a pesar de que domine el inglés), que los buques que lleguen traerán todo lo que necesiten, incluida la logística y hace poco en una entrevista en Diario de Cádiz el Almirante de la Base González-Aller ya quiso avisar de tapadillo que no se van a crear los tan cacareados trabajos que se anuncian desde las torres del Castillo de Luna. Lo que sí que va a ocurrir, que no es baladí, es que llegarán mas de mil marinos (que no marines) americanos con sus sueldos fijos y sus familias, y que parte de esa riqueza pasará a circular en la economía local. Punto final.

            En cuanto a los alquileres, hemos de pensar que los americanos viven subidos al coche. No les importa cubrir 40 kilómetros todos los días para ir al trabajo. Esto se traduce en que los que vengan no necesariamente querrán alquilar una casa en Rota; habremos de competir con toda la comarca. Y francamente, no parece que en Rota sepamos competir muy bien con nuestros vecinos.

El USS Donald Cook entrando en Rota por primera vez.
           El martes 11 el primero de una escuadrilla de cuatro destructores, el Donald Cook llega a Rota. A pesar de lo que muchos quieren pensar, no estará aquí parado como hicieron el Holland y el Canopus. Estará, como sus “hermanos” cuando lleguen, de patrulla por el Mediterraneo oriental. Y pronto veremos si el bombo que nos han dado tiene fundamento o no.


Publicado en Rota al día, diario digital, el 11 de febrero de 2014 y en el semanal Viva Rota el 14 de febrero de 2014

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